La naturaleza y sus elementos, mejorados con la cantidad justa de magia para calmar nuestras almas y complacer nuestros corazones. Esto es lo que motiva las creaciones de Bam Studio, cuya creadora, Mélissa, aspira a diseñar universos proteicos imbuidos de cualidades oníricas. Diseñadora e ilustradora, su práctica explora la porosidad de la frontera entre estos dos campos. Con sede en Marsella.